Cukeez, un símbolo de los pequeños placeres de la vida, donde cada galleta es un recordatorio para detenerse, disfrutar de lo simple y sonreír como cuando éramos niños.
Las galletas, con raíces en la antigüedad, han sido un compañero constante del ser humano, evolucionando de simples bizcochos en Mesopotamia, “la cuna de la civilización”, a deliciosos placeres medievales en Europa, hasta convertirse en el símbolo universal de momentos especiales y conexión familiar en todo el mundo.
Hoy, todos tenemos una conexión profunda con las galletas.
El aroma de una galleta recién horneada y su sabor tienen el poder de transportarnos a tiempos más sencillos, evocando recuerdos felices y reconfortantes de nuestra infancia. Imagina al niño que fuiste, ese pequeño ser que vivía intensamente el presente, disfrutando de cada momento sin preocuparse por el futuro ni arrepentirse del pasado. Este niño encontraba alegría en las cosas más simples, pues todo lo que tenía era exactamente todo lo que necesitaba para ser feliz. En Cukeez, nos inspiramos en esa capacidad innata de disfrutar de los pequeños placeres de la vida, invitándote a detenerte y saborear esos momentos que hacen que cada día sea especial, tal como lo hacías cuando eras niño.
Vivir una vida con Cukeez es precisamente eso: un recordatorio constante de que tienes permitido parar, disfrutar de lo simple y sonreír como cuando éramos niños
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A principios de 2019, Luciana y Manuel Alonso decidieron comenzar un proyecto alrededor de unas deliciosas galletas rellenas que Luciana hacía con éxito en su casa. Juntos crearon un logo, le dieron una identidad a la marca y, lo más importante, definieron un propósito: utilizar las galletas como portadoras de un mensaje y llegar con ellas a más personas. Encontraron un local, investigaron el proceso de montar una tienda, apostaron sus ahorros y se pusieron a trabajar.
Programaron la inauguración para el 18 de marzo de 2020, pero debido a COVID-19 todo se tuvo que posponer. Fue un golpe muy duro, pero durante todo ese tiempo nunca perdieron la ilusión de abrir. Con recursos limitados, siguieron trabajando y utilizaron las redes sociales para incrementar su audiencia y esparcir su mensaje. Finalmente, el 30 de julio de ese mismo año lograron abrir en calle José Domingo Choquehuanca, Miraflores.
A pesar de los desafíos iniciales de la pandemia, Cukeez se vió beneficiado del “boom” de la repostería, donde la demanda de productos de confort, como sus galletas y postres en general, creció a medida que las personas buscaban pequeñas indulgencias mientras estaban confinadas en casa. Con ese impulso, decidieron expandirse y abrir su segunda tienda en El Polo, Surco, inaugurada el 15 de diciembre de 2021.
Luego de un inicio prometedor, los consumidores regresaron a sus patrones de consumo pre-pandemia, y el “boom” había terminado. Además, el contexto económico y político inestable en Perú exacerbó estos desafíos y sin una visión estratégica definida, la empresa enfrentó su primera gran crisis. Esta experiencia hizo al equipo reaccionar y tomar acción. Comprendieron que su verdadera fortaleza radica en su cultura, su gente y su pasión por hacer felices a más personas.
Motivados por no soltar el sueño, decidieron intentarlo nuevamente. Con una visión renovada y una estrategia más sólida, el equipo comenzó de nuevo, desde abajo y por el camino más largo. El equipo empieza la reestructuración, establecieron bases firmes y crearon la COOLTURA, nueva filosofía de Cukeez, desde donde se tomarían todas las decisiones futuras.
Luego de muchos altos y bajos, Cukeez se embarca en una nueva y emocionante aventura. Ahora, con las bases firmes, un equipo unido, una sólida cultura entre brazos y una visión definida, están listos para enfrentar los nuevos desafíos que vendrán por delante. El futuro es emocionante y lleno de posibilidades. Únete a Cukeez en su misión de hacer que las personas sean más felices, enseñándoles el valor de los pequeños momentos. ¡Una Cukeez a la vez!